Lugares del Planeta que Parecen de Fantasia
Una torre de Roca que emerge hacia el cielo.
En Estados Unidos también se encuentra la Torre del diablo, un cuello volcánico formado hace 65 millones de años popularizado en películas como Encuentro en la Tercera Fase. Este es otro lugar de una majestuosidad tan incomprensible, que los primeros indígenas de la zona echaron mano a otra explicación mágica para entender su surgimiento. Se decía que siete jóvenes indias eran acechadas por un gran oso en el bosque y, que al agotar todos los posibles escondites se posaron sobre una roca y empezaron a rogar al Gran Espíritu que las salvara. Fue por su obra que la roca comenzó a crecer haciéndose cada vez más alta. El oso, al ver su banquete frustrado, acometió con sus garras contra los lados de la ahora inmensa roca, dejándole profundas marcas que pueden verse hasta
La Gran Fuente Prismática
La visión de este lugar también los dejará boquiabiertos: La Gran Fuente Prismática eestá ubicada en el Parque Nacional Yellowstone.
Es una laguna de un diámetro de 80 metros por 90. Sus aguas tienen 50 metros de profundidad y lo más increíble es que varían entre los colores verdes (en invierno), rojos, naranjas (en verano) y azules producto de las bacterias pigmentadas que crecen alrededor de sus márgenes y gracias a los ricos minerales de sus aguas. Además es la fuente mayor de aguas termales en Estados Unidos y la tercera más grande del mundo.
Un bosque de piedra, en Madagascar.
El Bosque de piedra en Madagascar es una sucesión de formaciones rocosas (cársticas, tal su nombre científico) en variedad de grises, que se extienden sobre el horizonte maravillando nuestros sentidos al punto de parecer algo irreal, por fuera de la naturaleza.
El responsable de sus formas tan disímiles es la erosión que llevó su trabajo por miles de años formando un ecosistema tan intrincado que pudo conservarse intacto, ya que acceder al mismo es muy dificultoso. El actual Parque Nacional que contiene el área de Tsingy posee una extensión de 660 kilómetros cuadrados.
Cascadas turquesa en tierras rojizas.
las Cascadas de Havasu en medio del Gran Cañón del Colorado, Arizona, encantarán tus sentidos.
El paisaje con el contraste entre el imponente desierto circundante, el suelo rojizo y el agua azul verdosa es una postal de una belleza poco común, casi como si no fuera de este planeta. Las cataratas del Cañón Havasu deben su color al elevado nivel de carbonato de calcio en el agua y por ese color se bautizó al pueblo como “Havasupai” que significa “el pueblo del agua azul verdosa”. Recorriendo el Cañón, que sólo puede hacerse a pie o caballo ya que no hay carreteras, nos encontraremos con tres cascadas: la Navajo, la Havasu, que es la más bella, cuyas aguas caen desde 37 metros de altura y desembocan en una piscina a la que nadie podrá resistirse a ingresar. La catarata Mooney es la tercera, un kilómetro más alejada, tiene un mirador a 64 metros de altura donde regocijar la vista con más paisajes sacados de un cuento.
Un púlpito de roca que parece levitar.
continuando con nuestas locaciones, “el púlpito de roca” es tan asombroso que recuerda ese lugar donde llegaba siempre el Correcaminos al final de su huída del Coyote, dejándolo en esa plataforma que proponía como próximo destino sólo el más grande precipio. Si no era que antes se resquebrajaba y lo lanzaba al abismo.
Preikestolen, en Noruega, es un lugar que no parece natural, sino sacado de un sueño. Esta gigantesca plataforma de roca de unos 25 x por 25 metros que balconea sobre elfiordo de Lyse, en Noruega, tiene una caída vertical ininterrumpida de poco más de 600 metros.
Una Cascada congelada
La Naturaleza se pasó de lista con este paisaje: algunos la llaman las “cataratas más extrañas del mundo” y se encuentran en el Valle de Mitla, México. Es una vertiente pétrea que se mantiene inmóvil en medio del verde exuberante que la circunda.
La mayoría de los lugareños se refieren a esta catarata congelada como “Hierve el Agua”. La misma está formada por carbonato de sodio y magnesio con vetas de azufre que han dejado a esta formación como un manantial que detuvo para siempre su marcha al borde de la colina. El plus de éste increíble paraje es que también se puede disfrutar de las piscinas naturales en lo alto de la montaña, desde donde emana el manantial, un verdadero baño al borde de un precipicio de vértigo.
La gruta de los ecos.
El último lugar de fantasía elegido es La Gruta de Fingal, en Escocia. Se trata de una cueva marina que se formó con el mismo flujo de lava del de la Calzada de los Gigantes. Pero en ésta ocasión, el mar agrega un efecto especial.
La imponencia de los arcos naturales de la Gruta de Fingal, por los que entra el mar y los escalofriantes sonidos producidos por los ecos de las olas hacen de esta obra un lugar mágico que hay que presenciar.
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